Una vez, hubo en algún momento de la existencia… sobre el año dos mil y algo… un hombre que a sus 40 años se encontró solo, abandonado en Londres por su mujer, quien también le arrancó a su única hija para llevársela a 18.000 kilómetros de él… Y además recientemente viudo… acababa de enterrar – en la lejana y fría Dinamarca- a una mujer que lo había recogido en un bar de mala muerte en las Islas Canarias y que después de devolverle la sonrisa, la ilusión y un proyecto de vida, se había casado con él en su lecho de muerte …
Y este hombre… totalmente solo en un país extraño… después de haber arrojado todas las toallas a la vida … se pone de pie y comienza a gritar al mundo su dolor… y en este camino de gritos y llantos va encontrando otras personas que, como él están viviendo el quiebre total… ese extraño y jodido momento que viven algunos seres en que los proyectos vitales se han roto… en este caso por la muerte…. Y este hombre recoge ese dolor, lo suma al “suyo propio” y se hace eco de él… Y de sus manos, de sus pulmones, de su corazón y de su alma brotan explosivas “Las Palabritas” un punto de encuentro y descanso para los caminantes del dolor … Y Las Palabritas van creciendo… convirtiéndose en un faro para muchas personas viviendo la noche del duelo … palabritas que emigran de un foro de la red a su propio blog…
También hubo una vez en otro momento de la existencia una mujer… una mujer que a sus 33 años se vio sola con un bebé de 10 meses en los brazos que la miraba con ojitos tristes y tirando al Mediterráneo las cenizas de quien había sido su compañero, amigo y marido, con quien había formado un hogar y una familia… una mujer que en Madrid intentaba construir una vida y un futuro para su hijo y para ella… sin saber bien como, pero con la esperanza y el deseo de una nueva vida y un nuevo comienzo… superar el llanto y dejar atrás las sombras oscuras de la soledad y las lagrimas infinitas…. Esta mujer también vomitaba su dolor en Internet y sus palabras desgarradas al principio… cobraron la forma de un manifiesto de garra, humanidad y dulzura… asumiéndose humana… asumiéndose mujer y reconociéndose a sí misma … fue el canto de guerra a la vida de una guerrera… que no se iba a vencer… y así lo gritó.
Las palabritas fueron además del faro en el Camino de las Lágrimas, el punto del encuentro de este hombre y esta mujer, quienes coincidiendo en su caminar pudieron reconocer los verdes brotes de la ilusión entre las cenizas de sus vidas… encontrar el amor nuevamente y volvieron a reír… volvieron a creer y volvieron a comenzar… Cometiendo un acto que –para muchos- fue calificado de locura y enajenación, siendo criticados, crucificados y señalados… su pecado… enamorarse en un minuto, romper la gran distancia física que los separaba y unir sus vidas a las dos semanas de haberse encontrado, sin conocerse físicamente, y formar una familia en la que los hijos que ya existían y los que vinieran, pudieran sentirse completos, amados y seguros.
Y comienza la lucha para esta pareja, para este hombre, esta mujer y estos niños… para esta familia hecha a partir de los trozos de los sueños rotos, fundiéndolos con los nuevos… Y decimos lucha porque no fue ni ha sido fácil el conseguirlo… Viajaron al sur de América, a pelear por una niña que lloraba, pedía a su papá y necesitaba una familia. Y ya, finalmente todos juntos… juntos y también unidos… encontraron un espacio y un cielo, al pie de las montañas de Los Andes, donde armaron un hogar y donde nació su ultima integrante… concebida cuando sus padres se encontraron en un aeropuerto y… se fundieron en uno… Locos de amor.
Ahora en una nueva etapa de esta aventura llamada vida, quieren compartir con vosotros, haceros partícipes de su historia…porque para llegar al final del Camino de las Lagrimas hay que ser … valiente para asumir riesgos… humilde para renovarse y entender que siempre estamos al comienzo… honesto para reconocerse a uno mismo y entender que pese a todo y pase lo que pase… te tienes a ti mismo y a la vida por delante…
El Camino de las Lagrimas lo caminamos todos… dolores hay muchos, como también duelos y soledades… Vivir es – en momentos- doloroso, cuesta y se contraen las tripas… pero todo camino tiene su final… enciéndete y se enciende la vida… Ese es el mensaje.
Como siempre el universo ha dado el primer paso y “Las Palabritas” vuelven… vuelven en la esencia de lo que siempre han sido… un encuentro diario de reflexión y esperanza… Mensaje amplio para todos… llenas de amor universal y cósmico… Todos somos náufragos de la vida en algún momento… todos podemos hacer de nuestro día algo mejor…
Una vez fuimos “La Tribu de las Almas Rotas”… ahora seamos “La Tribu de la Mejor Vida”… estáis todos invitados a ella… Hagamos de Las Palabritas nuestro punto de encuentro… encendámonos y encendamos la vida…
Bienvenidos tod@s a la Tribu … Que al final de este guión cósmico llamado vida -del que somos protagonistas-, podamos sentir que hemos dejado el mundo un poquito mejor de lo que estaba cuando vinimos… que le cambiamos el final a la película y se lo pusimos nosotros…
Amor cósmico y universal …
Jorge…